LOS
REFERENTES

Fernandito

Proyecto impulsado por el Servicio de Archivo Municipal de Lloret de Mar basado en diferentes entrevistas realizadas a diferentes miembros del colectivo LGTBIQ+, familiares y amigos durante el verano 2020. Entrevistas realizadas por Xavier Orri, y recogidas en el apartado Relats LGTBIQ+ en Lloret de la página web del SAMLM.

VIVIR AL ARMARIO

Antes de que la comunidad *LGTBIQ puedas ejercer sus derechos como minoría afectivosexual y antes de que proliferaran los locales de ambiente, tenemos constancia de una generación de personas *LGTBIQ nacida en Lloret de Mar a principios del siglo XX.En aquella época, la homosexualidad era prohibida, no estaba muy vista socialmente y podía comportar penas de prisión y marginación social. Hasta muy entrada la década de 1970 la homosexualidad fue duramente perseguida.Vivir la sexualidad de manera abierta y libro era prácticamente imposible. La sociedad, estrictamente católica, apostólica y romana, obligó a las personas LGTBIQ a llevar una doble vida. El matrimonio era la principal salida para intentar esconder la propia sexualidad y, en la hora, contribuía a dar la apariencia de cierta normalidad, con una vida convencional según los cañones que imponía la sociedad y el régimen.

Evidentemente, estos matrimonios estaban abocados al más absoluto fracaso y se acababan convirtiendo en parejas que compartían un techo (de cara a la sociedad) y poca cosa más. Muchos fines de semana los maridos se iban a Barcelona para descubrir y experimentar los ambientes más canallas del Barrio Xino y desarrollar, así, su inclinación sexual con plena naturalidad. Las Pepis, era el nombre con que se conocía a tres amigos, que a menudo pasaban los fines de semana en Barcelona.En Lloret hubo un grupo de hombres que decidieron no casarse y que vivieron con silencio su orientación sexual, evitando los escándalos mediante la discreción y las falsas apariencias. Floristas y jardineros, pequeños empresarios de la hotelería,.... hombres elegantes, de gusto exquisito e impecables en el vestir, amantes del cine y de las revistas de la prensa del corazón

Evidentemente, la orientación sexual de estos hombres era conocida por familiares y amigos. Estaba en boca de todos el hecho de que este, el otro y el de más allá, fuera *marica o maricón (la palabra gay todavía no era conocida en casa nuestra) pero la homosexualidad era un tema tabú del que prácticamente no se hablaba.Las imágenes corresponden al fondo del fotógrafo Josep Vilà y Prats, fundador del Agrupación Republicana Librepensadora *y Pacifista, un intelectual de mentalidad abierta.No tenemos la certeza de que los personajes de estas fotografías puedan ser identificados como homosexuales.

LOS PIONEROS EN OCIO LGTBIQ+

A principios de la década de 1960, el régimen franquista aplicaba la Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, heredera de la Ley de vagos y maleantes, para reprimir y condenar a los colectivos que consideraba antisociales. Es en este contexto cuando aparecen los primeros bares de ambiente en Lloret.

Estos establecimientos nacieron como respuesta a la necesidad de disponer de espacios donde los colectivos discriminados pudieran compartir sus preferencias afectivas y sexuales.

El ambiente liberal, abierto y respetuoso con el colectivo homosexual nos lleva a etiquetarlos como locales gayfriendly.

Con la llegada del turismo, se produjo un cambio importante en la mentalidad de la población lloretenca, que se adaptó rápidamente a los nuevos corrientes sociales y que supo mantener una actitud de respeto y tolerancia en relación a las nuevas prácticas que se incorporaban a la vida local, muy alejadas de la moral católica que imponía la dictadura franquista.

A finales de la década de 1960, Lloret disponía, sin ser conscientes, de una pequeña ruta de locales gayfriendly. Establecimientos de mentalidad abierta, modernos y respetuosos con las disidencias sexuales.

Aquellos pioneros en ocio LGTBIQ no eran conscientes que estaban poniendo las bases en una rama del ocio nocturno que acontecería, con los años, un sector líder capaz de movilizar gran cantidad de gente y generar múltiples e importantes benéficos económicos.

El Bar Martin’s fue, probablemente, el primer bar de ambiente en Lloret de Mar. Inaugurado al 1965 en la calle Santa Cristina por Fernando del Valle, más conocido como Fernandito.

En Fernandito amenizaba las noches con actuaciones musicales de carácter folclórico. Marifé de Triana, Lola Flores i Sara Montiel eran las estrellas con más números para ser imitadas por la comunidad homosexual masculina.

Las actuaciones, a menudo imitaciones en riguroso playback, iban a cargo del propietario y de algún trabajador y amigo, a pesar de que, de vez en cuando, también contrataban actuaciones de transformistas.

En invierno, en Fernandito trabajaba haciendo tareas de mantinent en la Brigada Municipal, y muchos lo recuerdan por la simpatía y carisma que mostraba.

En Fernandito, en Gensio, Paco, Ramon y el resto de pequeños empresarios lloretencs estaban muy lejos de saber en que se convertiría el ocio gay a finales de siglo XX y principios del siglo XXI.

FIESTA HOMENAJE A EN FERNANDITO

La muerte del general Franco supuso el inicio de una época de mayor libertad para nuestra sociedad. En este contexto de apertura y modernidad apareció la figura de Josep Valls i Puigvert que, después de unos años cercando por Europa, devuelve en Lloret de Mar.

En nuestra población impulsó la apertura de una red de locales y casas de huéspedes, que eran respetuosas y abiertas en la comunidad LGTBIQ.

Así, Josep Valls se convirtió en un empresario pionero, y supo gestionar durante más de treinta años locales como La Tortuga, el Bar David, El Incognito y Bubú, que fueron lugares emblemáticos y referentes por el colectivo homosexual.

La Tortuga Roja, en la calle Santa Teresa, abrió las puertas en 1978, con una decoración rústica que simulaba una bodega. Estas decoraciones de carácter tradicional estaban de moda en la década de los años sesenta y servían para atraer a los turistas europeos.

Para simplificar el nombre del establecimiento, se lo denominaba La Tortuga. Esta denominación hacía referencia al nombre de la barca que tenían sus tíos, los hermanos Puigvert y Burgada, que eran conocidos como los Morets (hijos de hace falta Moro).

Al poco de inaugurarse el local, se organizó una fiesta homenajeo a en Fernandito, que durante tantos años había regentado el Bar Martin’s, ubicado en la calle Santa Cristina.

En Fernandito imitó, perfectamente caracterizado, a la popular Sara Montiel. En Demetrio (a) Deme, camarero de La Tortuga, interpretó la conocida canción Agradecida y emocionada de Lina Morgan.

Entre otros invitados en la fiesta había: la Señora, la Lenta, la Marilú, la Manoli, la Azulete, la Mona, la Prima… integrantes de la gran familia de La Tortuga.

El año 1979, con la ayuda de su socio y amigo José Rincón, se actualizó la decoración del local, que cogió un aire más kitsch.

En aquel momento, La Tortuga era el único bar de ambiente desde Barcelona hasta la frontera, de forma que atrajo clientela nacional y extranjera, y se convirtió en uno de los locales más concurridos de la zona.

JOSEP VALLS Y PUIGVERT Y LA TORTUGA

Josep Valls y Puigvert gestionó durante más de treinta años locales como La Tortuga, el Bar David, El Incognito y La Bubu, lugares emblemáticos y referentes para la comunidad LGTBIQ+.

Josep inauguró el establecimiento La Tortuga, ubicado en la calle Santa Teresa, en 1978. Las vecinas recuerdan con alegría las tardes de verano, especialmente cuando en Demetrio (a) Deme, camarero de La Tortuga, se preparaba a media tarde para abrir el local, con música alegre, festiva y con diferentes elementos de decoración.

Josep Valls decidió anunciar sus locales a la Spartacus International Guide, una guía pionera, de publicación anual y de referencia entre el colectivo homosexual. Sin duda, la aparición de estos establecimientos a la guía Spartacus favoreció la promoción de los locales a nivel internacional. Así, junto a Barcelona, Madrid, Sitges y Torremolinos, aparecía la población de Lloret de Mar, con los nombres de los diferentes locales que gestionaba Josep: hoteles y pensiones que hoy denominaríamos gayfriendly.

También aparecían localizadas las zonas de cancaneo o cruising del camino de ronda, detrás el Castell de en Plaja, en dirección a la cala de Se Frailes; y del área de Su Boadella, donde la condición de playa naturista o nudista atraía la presencia del colectivo LGTBIQ+.

Las zonas de cruising son aquellos espacios, generalmente discretos y ocultos a la vista, donde la comunidad masculina LGTBIQ+ se reúne para socializar y disfrutar del deseo y el sexo.

Franceses, británicos, italianos, neerlandeses y alemanes eran los clientes más habituales de La Tortuga, pero también recibían a clientes nacionales, de la provincia y cercanías. A menudo estos locales se convertían en vías de escape para hombres homosexuales casados que habían optado por la apariencia de cierta respetabilidad burguesa, llevando una doble vida, mediante el matrimonio heterosexual.

La doble moral, las presiones familiares, las amistades y la zona de residencia condicionaron, y mucho, que muchos hombres homosexuales se casaran con mujeres, formaran familias heteronormativas y tuvieran descendencia.